June 1, 2025

Crítica de la película: Cold Road (2023) – La supervivencia no tiene límite de velocidad
Protagonizada por Mackenzie Davis, Josh Hartnett y Forest Whitaker
Dirigida por Jeremy Saulnier

Cuando llegue la tormenta, sigue conduciendo o muere.

Cold Road (2023) es un thriller de supervivencia trepidante y nevado que combina la tensión tensa de The Grey con la belleza desolada de Wind River. Dirigida con brutal elegancia por Jeremy Saulnier (Green Room), la película presenta una historia que trata tanto sobre la supervivencia interior como sobre cómo superar a la naturaleza y a quienes la acechan.

Mackenzie Davis interpreta a Lila Harper, una camionera de larga distancia en una misión en solitario a través de la frontera de Alaska para entregar suministros médicos de emergencia antes de que llegue una brutal tormenta. Lo que comienza como una gélida carrera contrarreloj se convierte rápidamente en algo mucho más desgarrador cuando descubre a un desconocido herido (Josh Hartnett) desplomado al borde de una carretera remota. No solo está herido, sino que lo están persiguiendo.

Forest Whitaker brilla en un misterioso papel secundario como guardabosques retirado que sabe más sobre la zona —y sus secretos— de lo que deja entrever.

La cinematografía es impresionante y severa: tramos interminables de carretera nevada, faros que atraviesan ventiscas y momentos de inquietante quietud interrumpidos por el lejano crujido de pasos. Cada sonido, desde el traqueteo de las cadenas hasta el gemido del viento, parece una advertencia.

La tensión aumenta con cada kilómetro que recorre Lila, a medida que se da cuenta de que no solo intenta escapar del mal tiempo, sino de algo —o alguien— que la rastrea desde la sombra de los árboles. El acto final ofrece un desenlace brutal y emocionalmente crudo que combina la resistencia física con la reflexión personal.

Veredicto final:
Cold Road es una inquietante historia de supervivencia envuelta en nieve y silencio. Cruda, realista y magníficamente filmada, nos recuerda que los caminos más peligrosos no solo están congelados, sino que son los que nunca perdonan.
Conduce rápido. No confíes en nadie. Y no te detengas ante las sombras.