La premisa: El infierno no tiene secuela como esta

Freddy Krueger (Robert Englund, en un final triunfal) ha vuelto, pero más débil que nunca, atrapado en el Reino de los Sueños tras perder el control de las pesadillas de los chicos de Elm Street. Mientras tanto, Jason Voorhees (interpretado esta vez por Braun Strowman de la WWE) se ha convertido en un arma de masacre, encadenado en las profundidades del Campamento Crystal Lake por una secta secreta que juró contener el mal.

Pero cuando un grupo de estudiantes de secundaria obsesionados con la tecnología despierta accidentalmente a Freddy a través de una aplicación de sueños lúcidos de realidad virtual (porque claro), y un ritual de sangre rompe la prisión de Jason, los dos titanes se desatan una vez más. Su campo de batalla: un pequeño pueblo en ruinas, empapado de miedo, fuego y vísceras.

Carnicería

El director Fede Álvarez (Evil Dead, Don’t Breathe) aporta su característico estilo grotesco, aumentando al máximo los efectos especiales, el rocío arterial y las muertes demoledoras. Entre los momentos más destacados se encuentran Freddy transformando el sueño de una adolescente en un concurso de muerte de los 80, y Jason arrasando en una fiesta rave en un maizal con un machete de doble filo. Es sangriento, glorioso y sorprendentemente ingenioso.

Los Personajes

Si bien nadie llega a una película de Freddy vs. Jason esperando actuaciones dignas de un Oscar, el elenco sorprendentemente está a la altura. La debutante Madison Bailey interpreta a Lily, una superviviente de pesadilla con una oscura conexión con ambos asesinos. No solo tiene madera de Chica Final; es una Chica Final con mordida, cerebro y un lanzallamas.

Freddy es tan sardónico y salvaje como siempre, lanzando frases ingeniosas como si fueran veneno recubierto de caramelo. Englund, en lo que jura es su “última pesadilla”, claramente disfruta de cada segundo. Jason sigue siendo la fuerza silenciosa e imparable de la muerte, pero su brutalidad en esta película roza lo mitológico.

Sorpresas y sorpresas

Los fans encontrarán docenas de guiños a ambas franquicias, desde la sala de calderas de Elm Street hasta un cameo de Tommy Jarvis (Corey Feldman en un regreso sorpresa). Incluso hay un breve adelanto de Ash vs. Evil Dead en la escena post créditos, lo que desató la especulación inmediata de los fans.

Veredicto final

Freddy vs. Jason 2 no intenta reinventar el terror; es una carta de amor a él. Es cursi, sangrienta, exagerada y se enorgullece de ello. Sabe exactamente lo que es: dos íconos del terror machacando, acuchillando y citando frases superándose mutuamente durante 90 minutos, y los fans no querrían que fuera de otra manera.

¿Pesadilla o realidad? No importa. Esta revancha es arrasadora.